El Acuerdo de Escazú es un instrumento muy nuevo, que se adoptó en 2018 y entró en vigor en 2021, así que el camino de la implementación para los actuales 15 Estados parte es reciente. Una preocupación que han manifestado personas y organizaciones de la sociedad civil es que carece de un enfoque de género que atienda las barreras y desigualdades que enfrentan las mujeres para garantizar el cumplimiento de sus derechos de acceso.