En los últimos años la inflación alcanzó magnitudes no vistas en Cuba en casi tres décadas. Se trata de un fenómeno multicausal, en el cual inciden hoy las principales causas de la inflación que describe la literatura y la experiencia internacional: demanda, costos, expectativas, institucionales, estructurales. No obstante, desde la última década venía ocurriendo un proceso de progresivo deterioro de las anclas nominales que habían garantizado estabilidad macroeconómica en el sector de los hogares por más de 20 años: protagonismo y estabilidad de los precios estatales en el consumo de la población, estabilidad del tipo de cambio de CADECA, y control del déficit fiscal y la política de ingresos. Por tanto, la inflación reciente es consecuencia de unos shocks de enormes magnitudes entre 2020 y 2021, pero, a su vez, de la pérdida de la institucionalidad que hubiera permitido a las autoridades contar con herramientas para su manejo. Las causas subyacentes que generaron los recientes desórdenes monetarios aún persisten.