La pandemia por COVID-19, los efectos del cambio climático, así como la guerra en Ucrania y otros conflictos bélicos están llevando al planeta a una situación de catástrofe alimentaria. Según Naciones Unidas, a 2021, unos 828 millones de personas padecen hambre a nivel mundial: 150 millones más que a inicio de la pandemia. América Latina es una de las regiones
más afectadas -con 267.7 millones de personas-; en Ecuador, 2.7 millones
aproximadamente sufren de hambre lo cual lo posiciona como el segundo país con el índice más alto en la región, detrás de Venezuela. En este contexto, ¿qué rol juegan las agriculturas familiares para fomentar una transformación?