La pobreza menstrual se refiere a las barreras financieras, sociales, culturales y políticas que imposibilitan a las mujeres el acceso a productos menstruales, educación y servicios de salud. Este fenómeno ha sido invisibilizado y apartado de las dimensiones del desarrollo durante muchos años. En medio de una desigualdad agobiante, representa una barrera para el desarrollo de las mujeres.
Garantizar la justicia menstrual debe tener una prioridad elevada a la hora de discutir alternativas para enfrentar la creciente desigualdad. Desde esa perspectiva, el documento analiza ejemplos de otros países, evalúa la situación actual en Ecuador y realiza propuestas para enfrentar los principales desafíos para garantizar el bienestar y el desarrollo de capacidades de las mujeres.