Progresismo es un concepto esencialmente impugnado, cuyo uso es polémico. Esto lejos de ser un problema, es parte de la esencia de una noción que funciona y se usa en la práctica política.
Hablamos del campo progresista para hacer referencia a un ideal político que reúne diversas doctrinas y propuestas y que en su núcleo ideológico se encuentra la búsqueda de la justicia social y la igualdad económica.