De acuerdo con los pronósticos de la Secretaría de la Organización Mundial del Comercio (OMC), en 2020 el comercio internacional de mercancías podría caer entre 13% y 32%, según la duración y gravedad estimadas para la pandemia.
Las estructuras globales generaron muchos efectos dirigidos a promover el bienestar y el empleo. Ahora esto parece haber caído en el olvido; lo que prima en este momento es la idea de reorientarse hacia las cadenas de valor y las producciones nacionales para evitar riesgos.
Es hora de pensar en otros pasos necesarios dentro de la política comercial para configurar los procesos globales de un modo más estable, sostenible y digno de ser vivido.