El Perú tiene la suerte de contar con una gran variedad de recursos energéticos, renovables y no renovables, entre los no renovables tenemos el petróleo crudo, el gas natural y el carbón mineral, productos que tarde o temprano se agotarán y dependemos aún de ellos. Por esta razón se debe plantear una forma planificada y sustentada de abastecer la demanda energética derivada del crecimiento económico sostenido desde los años 90.

Toca entonces voltear la mirada hacia las energías renovables como la bioenergía. El inconveniente de esta opción es que su uso es todavía muy marginal por sus costos, pues no hemos desarrollado la tecnología, ni los mecanismos adecuados para hacerla más accesible.

El uso actual de la biomasa produce generalmente contaminación, consecuencia de un empleo inadecuado, ineficiente y desprovisto de mejoras tecnológicas, algo que se puede mejorar a través de la implementación de tecnología simple, como ejemplo el uso de cocinas mejoradas.

En el libro se plantea un análisis detallado de los pro y contras del uso de la bioenergía, y se desarrollan algunas estrategias que podrían favorecer un uso más eficiente y productivo, algo que debe involucrar a todos los organismos de los gobiernos: central, regionales y locales del Perú. Así, el autor, resalta que si bien la planificación y desarrollo del uso de la bioenergía puede redundar en un gran beneficio, este uso debe hacerse bajo parámetros claros que ayuden a potenciar sus beneficios, que eviten el conflicto con la seguridad alimentaria (contemplado los conflictos de uso de suelos y agua), y que lleven al gobierno a desarrollar los instrumentos que hagan viables los lineamientos de políticas establecidos.