* Como en no pocas ocasiones anteriores, Cuba está de moda. Esta vez por buenos motivos y no por demonizaciones mediáticas. El 17 de diciembre de 2014 la puso, no solo en primera plana, sino en un lugar destacado del debate académico y político, así como del interés público. Se estaba hablando en particular del futuro de Cuba.
* El devenir de la Isla, a pesar de la importancia y la necesidad de un marco adecuado de relaciones con EEUU, no depende solo de ello. Tres procesos simultáneos tendrán que ver con este tema: la reestructuración interna; las negociaciones con la UE y el propio restablecimiento y normalización de las relaciones entre Cuba y EEUU.
* Estos procesos tienen sus propias dinámicas y se influyen recíprocamente. Pero ninguno por sí solo puede solucionar las dificultades de la Cuba actual, que dependen del esfuerzo combinado del gobierno y la participación decidida de la sociedad civil, de la inversión extranjera, de la cooperación internacional y de unas relaciones exteriores diversificadas.
* El futuro de Cuba es de raíz multidimensional por los factores que en él tienen que ver, y aunque depende prioritariamente de sus propias fuerzas, está en relación directa con la evolución regional y del mundo.