En este ensayo, Francisco Thoumi reflexiona sobre la consistencia lógica de las convenciones de drogas y su utilidad como marco regulador de las políticas de drogas a nivel mundial. Según él, existen defectos lógicos en las convenciones que se expresan en contradicciones y confusiones a la hora de ser interpretadas. Esto radica particularmente en que la política de limitación del uso de las drogas para “fines médicos” y “fines científicos” no cuenta con una definición clara de estos términos. Desafortunadamente, dice Thoumi, la interpretación de las convenciones dependen fundamentalmente de las definiciones de medicina y ciencia utilizadas. A lo anterior se suman algunos problemas de traducción de las convenciones en los idiomas oficiales.

Por otra parte, el autor afirma que una mirada más integral del problema mundial de las drogas demuestra la imposibilidad de formular e implementar políticas eficaces cuando se basan exclusivamente en criterios médicos y científicos, rechazando a su vez la contribución de las Ciencias Sociales en el tema. El texto finaliza con algunos desafíos que enfrenta actualmente el sistema internacional de control de drogas.