Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030, fueron concebidos en un entorno de mundialización económica, hiperglobalización y unilateralismo emergente; manteniendo vigentes en la agenda multilateral la equidad social y la sustentabilidad ambiental.
En América Latina y el Caribe los ODS enfrentan un desafío para su seguimiento, ya que los países solo estarían produciendo en promedio un 22% de los indicadores de seguimiento requeridos y un 42%, si se consideran los que se podrían producir con la información disponible.
Las serias deficiencias en materia de datos y estadísticas para el seguimiento de los ODS, contravienen el sentido de urgencia que demanda la acción para enfrentar con el mayor nivel de eficacia y transparencia las causas, manifestaciones e impactos del cambio climático.
Los Planes Locales de Desarrollo Sostenible, incluidos los que atañen a áreas de conservación, deberán trascender los objetivos y planes de conservación, incorporando estrategias y acciones que propicien la transformación de las dinámicas socio-ecológicas y la adaptación climática, sustentadas en evaluaciones de los impactos potenciales del cambio climático.