Tradicionalmente, la economía panameña ha sido considerada una economía dual, conformada por dos sectores económicos que muestran distintos niveles de desarrollo, tecnología y diferentes patrones de demanda y generación y distribución de ingresos desiguales.
En los últimos años, las estructuras gubernamentales han impuesto leyes, acciones, inversiones e infraestructuras que lleven a Panamá a crear espacios económicos dentro del territorio nacional para que las grandes empresas transnacionales, sobre todo de Asia y Europa, logren entrar al país y lo utilicen de plataforma de negocios hacia Estados Unidos y Suramérica.
La concentración de la inversión y de la actividad económica en la capital y en exclusivos sectores de la economía vinculados casi exclusivamente a la consolidación de esa plataforma internacional, ha provocado un importante incremento de las desigualdades económicas tanto territoriales como sectoriales.
En el presente documento se analizan los déficits y fortalezas de la matriz productiva panameña y los potenciales clusters para generar encadenamientos tendientes a generar un desarrollo productivo integral y equitativo en el país.