El texto documenta, a través de entrevistas, la situación que atraviesan en tiempos de COVID 19 las mujeres obreras que trabajan para las maquilas de la confección y del vestido, quienes producen ropa para las grandes marcas de vestir en el mundo globalizado. Son testimonios de vida que reflejan las grandes injusticias que se suman por el encierro domiciliario a causa de la pandemia generada por el Coronavirus. El documento es una muestra de lo que ocurre en el sector textil en México, que históricamente arrastra déficits de trabajo digno y que se ve agudizado en 2020. El impacto laboral ha tenido diversas dimensiones para la economía nacional, regional, local y para las mujeres trajo implicaciones de mayo cargas de trabajo en el hogar, el cuidado, la educación de las y los hijos menores y los efectos negativos a la salud física y psicológica, ésta última por la presión económica ante las respuestas de las plantas maquiladoras, que a su vez funcionan en la lógica internacional del mercado del sector textil.