El Estado dominicano continúa negando la pensión a los cañeros adultos mayores, quienes se ven obligados a trabajar para sobrevivir. La burocracia estatal cobra vida en un sistema diseñado para que la población haitiana permanezca socialmente segregada, a la vista de autoridades indiferentes y una ausencia evidente de voluntad política.  Estos trabajadores inmigrantes enfrentan condiciones de vida extremadamente precarias como consecuencia de la violación de sus derechos laborales y de documentación. Dichas injusticias van acompañadas de barreras institucionales y leyes discriminatorias que violentan su dignidad humana y legitiman el racismo imperante. Esta investigación cualitativa, desde la perspectiva de justicia social, recopila datos primarios mediante entrevistas a actores claves y describe la violación de derechos humanos que enfrentan los cañeros haitianos adultos mayores para acceder a sus pensiones.