En República Dominicana la forma de gobierno democrático es representativa y equilibrada, en principio por un contrapeso entre los poderes del Estado y por la participación electoral de la ciudadanía. En general, el modelo de representatividad tiene dificultades y presenta deficiencias debido, entre otros, a aspectos como el clientelismo y débil regulación en el financiamiento. Cuestiones que no son ajenas al sistema electoral dominicano. Existen oportunidades para que las organizaciones de la sociedad civil refuercen los valores asociados a una cultura democrática, de manera que se invite a la población a profundizar en la idea de democracia y los principios que acarrea.
Publikationen der Stiftung → Ciudadanía y democracia
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